Safari de las frutas en Corabastos

Una ventana a la biodiversidad colombiana

Colombia es conocida por ser uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo, y sus frutas son un testimonio de esta extraordinaria riqueza. Las montañas, selvas, llanuras y costas del país crean las condiciones perfectas para el cultivo de una amplia variedad de frutas que no solo encantan por su sabor, sino también por su capacidad de conectarnos con la tierra. Corabastos, como epicentro de la distribución de alimentos en el país, es el lugar ideal para conocer de cerca esta explosión de biodiversidad. Aquí, cada fruta tiene algo especial que la hace única, desde su forma hasta su sabor, lo que convierte a este mercado en una parada obligatoria para quienes buscan redescubrir los sabores de Colombia.

Con un paseo por los corredores de Corabastos, es imposible no dejarse seducir por la oferta de frutas, muchas de las cuales son desconocidas para quienes no están familiarizados con la diversidad del país. Aquí te mostramos algunas de las más llamativas y deliciosas que no puedes dejar de comprar y probar:

Tamarindo

El tamarindo es una fruta tropical muy apreciada por su sabor agridulce y su versatilidad en la cocina. Originaria de África pero ampliamente cultivada en regiones cálidas de América Latina, su pulpa marrón se encuentra dentro de una cáscara dura y es rica en vitaminas, minerales y antioxidantes. Utilizado en jugos, salsas, dulces e incluso platos salados, el tamarindo destaca por su capacidad para equilibrar sabores en una variedad de recetas.

Maracuyá: el sabor vibrante de los trópicos

El maracuyá, también conocido como la fruta de la pasión, es otro de los tesoros que puedes encontrar. Con su piel arrugada y su pulpa amarilla llena de pequeñas semillas, esta fruta es famosa por su sabor intenso y ligeramente ácido. Es utilizado no solo en jugos y postres, sino también como ingrediente en salsas y cocteles que resaltan su vibrante acidez.

Chontaduro: el manjar del Pacífico

El chontaduro es una fruta originaria de la región pacífica de Colombia, y su sabor inconfundible lo ha convertido en una delicia tradicional del país. De color naranja intenso y textura firme, el chontaduro se consume generalmente hervido y acompañado de miel o sal. Aunque su apariencia puede no ser tan llamativa como otras frutas, su sabor único y su alto contenido nutricional lo han posicionado como uno de los favoritos en los mercados colombianos.

Pitahaya: una joya tropical de color amarillo

La pitahaya, conocida también como fruta del dragón, destaca en los puestos por su color amarillo vibrante y su forma ovalada. Al abrirla, revela una pulpa blanca con pequeñas semillas negras que se asemejan a las del kiwi. Esta fruta, de sabor suave y dulce, es una excelente fuente de fibra y vitamina C, lo que la convierte en una opción saludable y deliciosa. La pitahaya es perfecta para quienes disfrutan de frutas exóticas con un toque de dulzura tropical.

Mangostino: el “manjar de los dioses”

Considerado por muchos como una de las frutas más deliciosas del mundo, el mangostino es una joya tropical que no puedes dejar de probar en Corabastos. De tamaño pequeño, su cáscara gruesa y de color morado oscuro esconde una pulpa blanca, dulce y jugosa que se deshace en la boca. Su sabor es una combinación de cítrico, dulce y floral, y es tan exquisito que ha ganado el apodo de “manjar de los dioses”. E

Mora

La mora es una fruta vibrante y llena de sabor que destaca por su intenso color púrpura y su combinación perfecta de dulzura y acidez. Rica en antioxidantes, vitamina C y fibra, esta pequeña baya es ideal para consumir fresca, en jugos, mermeladas o como ingrediente en postres y ensaladas. Su sabor refrescante y su textura suave la convierten en una opción deliciosa para quienes buscan un toque natural y nutritivo.