Escalofriantes profecías del sacerdote Margallo ponen a temblar a los Bogotanos

El día de ayer los colombianos vivimos momentos de pánico ante los temblores que sucedieron durante variaros momentos del día e incluso con alguna réplica en la noche.

El pánico y la sensación de impotencia se apoderó de la gente que salió de sus casa y sitios de trabajo para buscar un refugio en donde se sintieran seguros mientras la tierra dejaba de moverse.

Aunque el SGC ha reiterado que los eventos sísmicos no se pueden predecir, no falta el que trae a colación las antiguas profecías que indican que la capital está condenada a desaparecer como consecuencia de un terremoto.

Verdad o mentira frente a lo dicho por Margallo en sus profesías

En la tarde de ayer uno de los movimientos telúricos que más se sintió fue el de magnitud 5.9 en Bogotá, según reporte preliminar del Servicio Geológico Colombiano, el cual causó diversas reacciones de miedo desde la de salir corriendo hacia la calle, meterse en un baño, quedar paralizado y diversos ataques de pánico.

Una vez pasados los momentos de nerviosismo, las personas empiezan a hacer reflexiones sobre todo lo que sucede en sus vida y sobre qué pasaría si ocurre un movimiento sísmico mucho más fuerte que los que sentimos en la tarde de ayer jueves.

En la historia de Bogotá, quedaron registradas las palabras siniestras del sacerdote quien aseguró en su momento que la ciudad iba a quedar devastada ante un fuerte terremoto. Desde entonces, cada vez que hay un movimiento sísmico fuerte en la Capital, vuelven a cobrar vigencia las palabras dichas desde hace más de 100 años y el terror nuevamente se apodera de los bogotanos.

¿Qué dice la profesía?

El 31 de octubre de 1827, tras la profanación de la Capilla del Sagrario, el cura Francisco Margallo y Duquesne expresó unas palabras que fueron catalogadas como una profecía: “El 31 de agosto de un año que no diré, sucesivos terremotos destruirán Santa Fe”.

Tan solo 16 días después, las palabras de Margallo tuvieron eco porque, un sismo sacudió a Santa Fe que asustó y puso en vilo a sus habitantes, según quedó registrado en el libro icónico conocido como ‘Reminiscencias de Santafé y Bogotá’ de José María Cordovez Moure.

Pero las palabras del sacerdote tiene poder y efectivamente volovieron a hacerse presente el 31 de agosto de 1917, cuando un terremoto sacudió a la ciudad y generó destrucción en varias edificaciones de la época, como quintas ubicadas en el centro y lo que hoy se conoce como la localidad de Chapinero.

Entre las estructuras de la época que fueron arrasadas por el terremoto están registradas: la iglesia de Lourdes, la de Concepción, Las Nieves, La Candelaria, la de San Francisco y la de Monserrate.

Luego, el 31 de agosto de 1973 nuevamente Bogotá tuvo movimientos telúricos, lo que recordaría nuevamente la profecía del padre Francisco Margallo y Duquesne.

Pareciera increíble, pero dos siglos después vuelven a saltar al ruedo las palabras del sacerdote, pues con los fuertes movimientos registrados este jueves más de uno pensó que ya no habría vuelta atrás.

La última palabra no ha sido dicha, pero para bien o para mal, las profesías de Margallo quedan resonando en la mente de los bogotanos muchos de los cuales ya están tomando las medidas necesarias previendo que algo mayor pueda pasar.