La historia sobre la muerte en el Salto de Tequendama

Sobre las 1:30 de la madrugada del pasado 21 de septiembre, un hombre identificado como Gerardo Segura, cayó al vacío por el abismo del Salto del Tequendama. Todo sucedió después de que horas antes hubiera visitado a su esposa y se dirigiera a San Antonio del Tequendama.

“Yo vi cuando el carro subió porque llevaba una llanta averiada. El carro cruzó y yo dije: ‘Ese carro va vuelto nada, seguro se va a despinchar por allá’. Pero a los 10 minutos volvió y bajó (...), cuando cogió la curva cogió vuelo y se llevó la cerca y cayó al vacío. El accidente fue sobre las 12:25, él iba solo”, explicó John Bairon Forero, un joven que trabaja como ‘paletillero’ en una obra que está a 50 metros del lugar de los hechos.

En algún momento se dio a conocer una hipótesis de que supuestamente el hombre sufría de depresión y que por eso había tomado la decisión de tirarse, sin embargo, fue su hermano Néstor quien desmintió esta versión.

De acuerdo con el familiar: “No entiendo de dónde sacan eso. En dónde queda la dignidad de él y de mi familia. Es falso que estuviera loco o que tuviera depresión. Las personas que lo conocían, sus empleados, a quienes llamaba compañeros, pueden hablar de cómo era realmente”.

Por su parte, en diálogo con el diario El Tiempo, un amigo muy cercano también defendió el buen nombre del fallecido. “Era un hombre muy correcto, que les daba trabajo a las personas de acá. Y duele, porque uno sabe que estos accidentes ocurren, pero jamás se va a imaginar que va a ser alguien tan cercano”, aseguró Orlando Rodríguez.

Después de hacer varias investigaciones, finalmente confirmaron que el hombre no iba con ningún acompañante y mucho menos de una mujer.

Tras adelantar las labores de levantamiento del cuerpo y de entregárselo a su familia, las investigaciones siguen en marcha y lo que más quieres confirmar es que el Aveo rojo haya tenido fallas mecánicas y que haya sido por eso que el carro no se estabilizó y se fue por el barranco.