30 de abril de 2025
Opinión
El Desorden
¡El sagrado, erótico y delicioso arte de despelucar a su mujer!
Por: Redacción Soho
Por María Lucía Tarazona, Autora best-seller y Luminaria del Amor
Señores...
Nosotras las mujeres amamos el orden. Un tocador limpio, la cama tendida, la ropa bien doblada, y ese espejo impecable donde nos miramos y nos repetimos que lo estamos logrando todo: ser mamás, ejecutivas, amantes, empresarias, jefas, amigas, consejeras, cocineras, y hasta nuestras propias psicólogas.
¡Pero no se equivoquen!
Lo que más nos gusta, lo que secretamente deseamos, es que alguien nos desordene.
Y no me refiero a la casa.
Me refiero al alma.
Al cuerpo.
Al clítoris…
Sí, caballeros. Ese pequeño órgano que existe únicamente para sentir placer. No tiene otra función. Ninguna. Es el único en toda la especie humana creado solo para disfrutar: contiene 8.000 terminaciones nerviosas. Y ustedes siguen ignorándolo como si fuera un botón de emergencia que da miedo tocar.
Pero eso se acaba hoy.

Mujeres masculinizadas: ¿una epidemia moderna?
En los antiguos textos védicos, el principio del tantra enseña que lo femenino es como la luna: cíclico, emocional, impredecible, profundo, magnético.
Pero cuando vivimos bajo un sistema de 24/7, plazos, cronogramas y multitareas, la mujer se masculiniza: está en su modo hacer, resolver, controlar. Eso apaga su energía creativa y su erotismo. El resultado: una mujer funcional, eficiente… pero desconectada del placer.
Y cuando una mujer se desconecta del placer, se vuelve seca (literal y emocionalmente).
¿Y saben cuál es la medicina?
El desorden.
No cualquier desorden.
¡El sagrado, erótico y delicioso arte de despelucar a su mujer!
¿Qué la apaga?
- La rutina.
- El control.
- El estrés.
- Los planes predecibles.
- La falta de iniciativa.
- El ‘sexo express’ de domingo en la noche con el televisor de fondo.
¿Qué la prende?
Escúchelo bien: la sorpresa, el juego, la irreverencia, el goce y su deseo genuino de verla derretirse.

Hablemos del clítoris
Visualice esto: una flor de loto con mil pétalos.
Cada uno, una terminación nerviosa que conecta con el corazón, el útero, los senos, la médula espinal, la respiración, el alma.
El cuerpo femenino no es un carro al que se le gira la llave y arranca.
Es un templo.
Y si usted no sabe entrar con respeto, con arte y con goce…
entonces jamás conocerá la divinidad que una mujer puede revelar.
5 ACTOS PARA DESPELUCAR A SU MUJER ESTE FIN DE SEMANA
- El mensaje prohibido:Escríbale algo sugerente desde el viernes por la mañana. Nada vulgar. Algo que despierte su imaginación: “Este fin de semana te voy a hacer olvidar tu apellido”.
- Cena en ropa interior:Apague las luces. Prenda velas. Ordene sushi, o algo que a ella le encante. Pídale que baje con su bata favorita… sin nada debajo. No toque. Solo mire. Solo respire. La tensión es afrodisíaca.
- Baño tántrico:Prepare un baño con pétalos y sales. Con una venda en sus ojos, invítela al agua sin decir nada. Acaricie su cuerpo con una esponja suave. Retire la venda y con una mirada profunda, pregúntele: “¿Qué parte de tu cuerpo necesita más ternura hoy?”
- Respiración yin yang:Siéntase con ella, frente a frente, respirando al unísono. Inhalen profundo. Exhalen lento. Después, sin moverse, diga: “Estoy aquí solo para adorarte”. Mientras dice estas palabras visualice cómo el clítoris de su mujer se convierte en una flor de mil pétalos que comienza a segregar el néctar sagrado. Con su mente, enfóquese en sentir la suavidad del clítoris rozando su piel. El cuerpo hará el resto.
- Sexo sin sexo:Sí, leyó bien. Prohíbase penetrarla. Acuéstese con ella. Besen. Toquen. Rían. Desnúdense el alma. Hagan de la pausa un arte. Prolongue el juego hasta que sea ella quien se lo pida todo.
El llamado
Si usted logra encender a su mujer con arte, con juego y con ritmo, jamás tendrá que preguntarse si ella sigue deseándolo.
Ella se convertirá en una diosa… y usted, en el hombre que supo despertarla.
Sea su desorden sagrado.
¿Listo para ser un genio en la cama?
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Hasta la próxima, caballeros.