14 de mayo de 2025
Opinión
El punto del millón de dólares
El placer masculino tiene un centro de poder poco explorado: la próstata. Lo que fue tabú durante siglos, hoy se revela como una puerta a la vitalidad, el orgasmo prolongado y el verdadero dominio de la energía sexual.
Por: Redacción Soho
Por María Lucía Tarazona, Autora best-seller y Luminaria del Amor
Queridos caballeros, hoy vengo con oro puro entre las manos. No es poesía. Es ciencia milenaria. Es el secreto mejor guardado del placer masculino y, paradójicamente, el menos explorado: la próstata.
Sí, ese botoncito mágico que ha sido tabú durante décadas, pero que los taoístas veneraban como la fuente de la juventud, la longevidad, la potencia y el poder. Para ellos, este punto era el santo grial masculino. No por nada lo llamaban “el punto del millón de dólares”.
¿Y por qué tanto alboroto? Porque ahí se guarda tu energía vital, tu chi sexual. Porque estimularlo activa una cascada de beneficios: orgasmos más intensos, mayor control eyaculatorio, vitalidad física, claridad mental y una stamina sexual que haría temblar al mismísimo Hércules.

Te lo pongo así: los maestros taoístas vivían hasta los 90 o 100 años teniendo sexo como tigres, sin Viagra ni excusas. Ellos sabían algo que tú aún estás a tiempo de aprender: la próstata no es debilidad, es poder. Es tu generador nuclear si sabes cómo tocarla (o dejar que te la toquen).
Beneficios del masaje prostático:
- Orgasmos más largos, secos e intensos (sí, sin eyaculación, y con más energía que nunca).
- Ayuda a prevenir disfunciones como la eyaculación precoz o la impotencia.
- Reduce el riesgo de enfermedades prostáticas.
- Aumenta la sensibilidad sexual en todo el cuerpo.
- Fortalece tu energía vital y tu sistema inmune.
¿Cómo estimular el punto del millón de dólares?
Hay dos caminos: externo e interno. Empieza por el que más te intrigue.
EXTERNO (ideal para principiantes):
- Pídele a tu pareja que te estimule con la yema de los dedos en el perineo.
- Usa aceite o lubricante para masajes lentos, circulares y con presión creciente.
- Respira profundo y relaja el suelo pélvico. Notarás cómo se enciende algo nuevo ahí abajo.
INTERNO (solo para valientes y sabios):
- Asegura higiene, lubricación y calma. No es una carrera, es una ceremonia.
- Introduce un dedo (o un juguete especial) por el ano con suavidad y dirección hacia el ombligo.
- Una vez localizado ese bultito (la próstata), masajea con movimientos rítmicos y delicados.
- Observa. Siente. Aprende. El cuerpo te va a contar secretos que jamás imaginaste.
Ahora bien, si tienes pareja, esto puede ser un portal sagrado de exploración juntos. Y si estás solo, también es un acto de amor propio. ¡Nadie pierde tocando el cielo por dentro!

Final con broche de fuego:
Hombres, el poder no está en lo que aguantan afuera, sino en lo que se atreven a sentir adentro. Dejen de temerle al placer profundo. Dejen de huirle a su punto más potente. Reyes no son los que conquistan imperios, sino los que conquistan su energía vital.
¿Te atreves a probarlo esta noche?
Nos vemos en la próxima columna... o en la próxima revolución de tu cama.
¿Te gustaría que tu pareja aprendiera a darte este masaje como un verdadero arte? Envíale esta columna. Las revoluciones se hacen de a dos.
#GenioEnLaCama @by_marialu.
Hasta la próxima, caballeros.