¿Por qué no gustó? Así fue cómo Gustavo Petro defendió la nueva reforma tributaria

Este lunes a primera hora, el equipo del Ministerio de Hacienda le dio los últimos retoques al documento de la reforma tributaria que fue presentado ante la Cámara de Representantes, con el objetivo de impulsarla y poder implementarla lo más pronto posible siguiendo el Plan de Gobierno del mandatario Gustavo Petro.

A pesar de que la reforma hace parte de las propuestas que presentó el presidente en campaña, tras haberse conocido el documento, se ha generado una polémica a su alrededor, pues hay quienes rechazan varios puntos.

El texto que tiene 130 páginas describe cómo se pretende recaudar 25 billones de pesos en un año para poder financiar los principales proyectos que propuso Gustavo Petro en campaña, tales como educación gratuita y disminuir los índices de pobreza y hambre en el país.

“Este proyecto de reforma tributaria tiene como objeto avanzar fundamentalmente en dos dimensiones: primero, en disminuir las exenciones inequitativas de las que gozan las personas naturales de más altos ingresos y algunas empresas, así como cerrar caminos para la evasión y la elusión tributaria; y segundo, en lograr la consecución suficiente de recursos para financiar el fortalecimiento del sistema de protección social. Lo anterior se alcanza a través de ajustes al sistema tributario, que permiten avanzar en materia de progresividad, equidad, justicia, simplicidad y eficiencia”, se lee en el documento presentado ante el Congreso para que sea revisado y debatido.

Las críticas a la reforma tributaria de Gustavo Petro

Uno de los temas que más ha generado discusión es el de los impuestos a los alimentos ultraprocesados, ya que en esa lista entran productos como papas fritas, patacones, chicharrones empacados, snacks o pasabocas empacados, galletas dulces con adición de edulcorante, barquillos, obleas, ponqués, tortas, bizcochos y pasteles de dulce; merengues; cacao en polvo con adición de azúcar u otro edulcorante; confites de chocolate; frutas recubiertas de chocolate y/u otros productos de confitería y repostería; postres a base de leche, incluido el arequipe; manjar blanco o dulce de leche; salsas y sopas preparadas y cereales.

Ante eso, varios personajes se han pronunciado en redes, tal como lo hizo el exsenador Jorge Enrique Robledo, quien manifestó que “todo impuesto al consumo, así lo llamen ‘saludable’ o ‘ambiental’, es regresivo, porque paga lo mismo el que tiene mucho que quien tiene poco, muy poco o nada (IVA, consumo, combustibles, carbono). Les encantan a los neoliberales”.

Otro de los personajes que se pronunció fue el abogado Daniel Briceño, que destacó: “¿Cómo le van a explicar a la primera línea que comprar sushi en un restaurante en la zona G no tiene un alza de impuestos en la reforma tributaria de Petro, pero comprar una morcilla en el sur de Bogotá sí?”, y así son varias de las críticas.

Ante eso, el jefe de Estado salió para defender su reforma y explicó que el proyecto defiende a los menos favorecidos. “La reforma tributaria que hemos presentado cumple con lo que dijimos en nuestra campaña. Grava a los que más tienen y gasta en la educación para todos y en acabar el hambre en la niñez pobre. Logra disminuir de manera importante la desigualdad social”, manifestó el mandatario para concluir con la polémica.