Me capturaron en el aeropuerto El Dorado en noviembre de 2009. Llevaba cien cápsulas de diez gramos cada una con cocaína pura en el estómago. Era la primera vez que hacía algo ilegal en mi vida, soy de una familia tradicional de Santuario, Risaralda. En ese momento tenía visa para España, pues el último año había vivido allá y en Francia haciendo oficios varios. Pero la crisis me había golpeado fuerte, no tenía cómo ver por mi mujer y mi hijo, y además a mi mamá la estaban tratando de un cáncer. Con los problemas de ella, a mi papá se le empezó a afectar el corazón, y el tratamiento costaba un platal. Mejor dicho: a los 27 años yo estaba desesperado y necesitaba dinero, y una gente en Pereira se aprovechó de mi necesidad.