11 de abril de 2023
Noticia
Por una decepción amorosa, colombiano se fue a la guerra en Ucrania
Una vez descubrió que su novia lo engañaba, este hombre pasó de estar completamente enamorado a vestirse con camuflado y cargar un fusil en sus hombros.
Por: SoHo.co
Esta es la historia de Gustavo Oliveros, un colombiano que tras sufrir una decepción amorosa decidió darle un giro de 360 grados a su vida para dejar atrás todo recuerdo de la persona que le rompió el corazón.
Ahora, el relato de lo que vive es una realidad que supera la ficción y que a muchos les cuesta creer, pues el dolor lo llevó a tomar medidas extremas porque asegura haber encontrado el refugio que tanto buscaba en las filas del Ejército ucraniano en la lucha contra Rusia.
‘Cartelito’, como lo apodaron sus compañeros, pasó de estar completamente enamorado a vestirse con camuflado y cargar un fusil en sus hombros, luego de descubrir que la mujer con la que compartía su vida lo estaba engañando.
Este hombre dio su testimonio en W Radio revelando detalles de lo que fue la ruptura amorosa y lo que ha sido su experiencia en medio de la guerra.
Según su relato, él mismo fue quien puso fin a su relación sentimental cuando descubrió que era víctima de una infidelidad a pesar de que tenía varios planes con quien era su pareja.
“Con mi expareja teníamos proyectos de viajar a Polonia, que es ahí cuando descubro que ella me está siendo infiel no con uno, sino con varios hombres. Yo le presté plata y le pedí que me devolviera todo. Viajé a Polonia solo, pero no soportaba lo que estaba pasando y por eso decido entrar a Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania”, contó Oliveros en la emisora.
Además, confesó que desde el inicio de su relación sospechaba que algo no andaba bien porque ya había visto cosas que le generaban dudas, sin embargo, optó por no prestarle atención a esos detalles para mantenerse en sus “parámetros de no ser tóxico”.
A pesar de ello, la verdad salió a la luz un día que, según su relato, estaban tomando unos tragos, “le pedí el celular prestado, me fui al baño y ahí me di cuenta de todo: fotos, videos y salidas; se me arrugó el corazón”, expresó.
Por otro lado, señaló que uno de los momentos con su expareja que más lo marcó fue cuando la vio besándose con otro hombre el día de su cumpleaños, una escena que se repite constantemente en su memoria mientras permanece en el ejército ucraniano.
“El día de mi cumpleaños tuvimos una discusión y salí a buscarla para hablar con ella, cuando llegué, la vi con otro muchacho dándose un beso. Cuando viví el primer bombardeo, siempre recordaba esa escena; estoy aquí por culpa de ella y pensaba que, si muero, me voy tranquilo porque estoy en el Ejército”, relató.
El refugio que tanto anhelaba
Ahora Oliveros dice que la institución se convirtió en un orgullo. “Amo el camuflado, es una profesión que me llena de cosas positivas. Comencé a despejar mi mente y me conecté con mi fusil y con las cosas que tenía que hacer; fui líder de grupo incluso”, precisó.
Aunque su expareja lo volvió a buscar, Cartelito aseguró que ya era demasiado tarde. “En algún momento ella me buscó y me dijo que me saliera de acá, que habláramos, pero hoy en día no pienso de esa misma manera”, indicó.
Lo que ha sido su experiencia en la guerra
Ser testigo de esta conflicto bélico no ha sido nada fácil, pero aún así se mantiene en su decisión. “La experiencia fue difícil porque el primer contacto que tengo con los rusos es un fuego de artillería muy nutrido, el ataque iba directo a nuestra casa, pero alcanzamos a correr al búnker. Fueron 24 bombas, pero entre cada una había 15 segundos que teníamos para pensar qué hacer”, manifestó.
Del mismo modo, aclaró que aunque llegó a pensar que podría ser algo similar al conflicto armado colombiano, la verdad es que se trata de una guerra totalmente diferente.
“Ves en las calles barricadas para que los tanques no avancen, ves edificios destruidos y uno piensa que esto, en efecto, es la realidad”, expresó.
Sobre su apodo, reveló que nació porque hizo parte de una unidad militar compuesta por voluntarios extranjeros, que creó el Gobierno ucraniano, y allí se encontró con más colombianos.
“Entonces yo les decía que éramos el Cartel de Medellín, y me decían que por qué Cartel si acá nadie hablaba con acento paisa, entonces yo les intentaba hablar con el acento de Pablo Escobar”, recordó.
Su futuro lejos de la guerra
Por último, Olivares aceptó que la crueldad de la guerra lo llevó a tomar una nueva decisión por su bienestar debido a que vio morir a varios de sus compañeros en combate con sus “miradas tristes y apagadas”.
“Voy a empezar desde cero en España y ahora no tengo nada con nadie; tengo mi mente en otras cosas: trabajo, ejercicio y mi mascota”, aseguró.