Una mujer trabaja como empleada doméstica y cobra hasta 300 mil pesos por hora: lo hace desnuda

Su nombre es Lottie Rae, de 32 años, una mujer de origen británico que en medio de una crisis económica encontró la salida ofreciendo su servicio como empleada doméstica, pero con un plus bastante particular que la convirtió en una de las empleadas del área con mejores ingresos.

Su necesidad de ganar dinero extra para superar las dificultades que enfrentaba su hogar la llevaron a planear muy bien lo que iba a hacer y fue entonces cuando decidió romper paradigmas marcando la diferencia de su servicio al ejercer sus labores completamente desnuda.

De acuerdo con el diario local DailyMail, la mujer inició en este empleo en 2017 y actualmente cobra hasta 50 libras esterlinas por hora, es decir cerca de 300.000 pesos colombianos, lo que representaría más de 2 millones de pesos diarios en caso de cumplir 8 horas de jornada laboral.

En este mismo medio indican que Lottie ha tenido diferentes tipos de clientes; algunos buscan compañía, otros son naturistas y también hay quienes “esperan algo más”, por lo que ha vivido algunas experiencias desagradables con algunos de ellos.

“Hay unas pocas personas que son espeluznantes, algunos tipos para los que limpio tienen la premisa de que obtendrán algo más. Tengo claro que estoy ahí solo para limpiar, pero dirán que hago lo de otras limpiadoras como dar masajes”, contó la mujer en el diario.

Pese a las críticas que ha recibido desde que se lanzó a ofrecer este servicio con este plus que la caracteriza, Lottie Rae asegura sentirse empoderada y más tranquila porque este trabajo le ha ayudado a describirse no solo como una persona de “espíritu libre” y segura de sí misma, sino también autosuficiente económicamente.

Según narró en dicho medio, aunque no se avergüenza de lo que hace, reconoce que no estaría trabajando de esa manera si las ganancias no fueran lo suficientemente altas. De hecho, mencionó que ha tenido la oportunidad de trabajar para clientes que solo buscan compañía, hombres mayores, jóvenes, entre otros.

Su labor pasó de ser un experimento a una pasión

Ahora Rae dice con emoción que disfruta lo que hace y le gusta hacerlo, pese a que para muchos sea una locura ofrecer su servicio como empleada doméstica para realizar sus labores desnuda frente a quienes la contrataron.

Lo que la gente que la señala no sabe es que al principio no fue nada fácil para ella aumentar sus ingresos con esta práctica, tanto así que en el diario recordó que la primera vez que la contrataron no fue capaz de cumplir con el servicio porque le dio miedo llegar al lugar donde la habían citado.

“Me asusté después de mirar la casa en Google Maps y verla de espaldas al bosque y se suponía que estaría allí por la noche. Pero en el futuro pensé: ‘Puedo hacer esto’, y comencé a aceptar trabajos. He conocido todo tipo de personas a lo largo de los años”, comentó en dicho medio.

Sobre sus funciones explicó que muchas veces las hace pensando que está en su casa, por lo que no solo camina libre sin prendas de vestir, sino que también descuida algunos detalles que para algunas personas pueden ser muy importantes para evitar una infección.

“Ni siquiera uso guantes la mitad del tiempo, aunque sé que debería hacerlo. Si es una casa muy sucia, soy un poco consciente de dónde estoy parada, pero por lo general no me molesta en absoluto”, añadió.

Como último dato relevante respecto a su trabajo, la mujer confesó que en ocasiones los clientes le responden de la misma manera y se quitan la ropa: “Algunos de ellos están bastante nerviosos al principio y se quedan con la ropa puesta hasta que tienen la confianza suficiente para quitársela”, dijo.