29 de junio de 2022
Estilo de vida
¿Cuáles son las diferencias entre la actividad física a nivel del mar y en la altura?
Existen distintos niveles de exigencia a la hora de hacer ejercicio.
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Para comenzar a hacer ejercicio cada persona debe tener en cuenta algunas variantes. Por supuesto, determinación para iniciar y motivación para continuar. Sin embargo, también existen factores físicos que se deben analizar para que la idea de entrenar no se quede en un tal vez.
La altura y el nivel del mar son dos escenarios de entrenamiento completamente diferentes que requieren, precisamente, distintas formas de actividad física y preparación.
La actividad física se refiere a todo aquel movimiento que genera un gasto de energía, por ejemplo, atender nuestras necesidades diarias como el desplazamiento que realizamos de un lugar a otro o desarrollar todas y cada una de nuestras tareas diarias.
El ejercicio físico, por su parte, se entiende como la ejecución de actos motrices, repetitivos, metódicos y planeados con un objetivo claro, como mantener un estilo de vida saludable o mejorar una condición física.
Finalmente, está el deporte, entendido como la ejecución física repetitiva y progresiva, pero realizada en el ámbito de la competencia, bajo un reglamento que obedece a una organización administrativa con el fin de vencer a un oponente o una marca y, por lo cual, se obtiene un premio económico y reconocimiento.
Con todo lo dicho anteriormente, es importante resaltar que la actividad física siempre va a ser buena, independientemente de la altura sobre el nivel del mar en que se realice.
Según explicó el médico cirujano Wilmer Mosquera, especialista en entrenamiento deportivo, la exigencia de un deportista o atleta que se encuentra al nivel del mar trae algunos cambios y adaptaciones importantes a tener en cuenta, tanto anatómicas como fisiológicas, que mejoran el desempeño en esa condición en particular.
“Igual ocurre con las grandes alturas, pero ambas demandan de ciertas condiciones para que se puedan dar. Por ejemplo, el tiempo de exposición a una altura específica, el tipo de movimiento que se ejecuta, la intensidad y la duración de dicha actividad y algunas condiciones individuales como la edad, el género, la genética y patologías existentes o tratamientos instaurados”, explicó el médico especialista en deporte de SmartFit.
La decisión de entrenar a nivel del mar o en la altura estará dada por las condiciones ambientales a las que expongo el cuerpo humano, ya que determinará algunos cambios fisiológicos, que pueden llegar a otorgar ventaja, en determinadas disciplinas deportivas.
“Los objetivos que se pretenden alcanzar con el entrenamiento determinarán si es mejor entrenar a nivel del mar o en una gran altura, y estos a su vez siempre están muy relacionados con la disciplina deportiva que se practique”, detalló el médico Wilmer Mosquera.
“Cuando nos ejercitamos a la altura, el cuerpo humano está sometido a una gran disminución de la presión barométrica y a una marcada disminución de la densidad del aire en la atmósfera, así como a muy bajas temperaturas y estas condiciones traen como consecuencia una disminución en la saturación del oxígeno en la hemoglobina, lo cual induce un estado hipóxico”, añadió.
¿Cómo responde el cuerpo a la altura?
“Como mecanismo compensador, el cuerpo humano responde de diversas formas. Primero, de forma aguda, elevando la frecuencia cardiaca y el volumen latido en cada sístole, incrementando así el gasto cardiaco y elevando la presión arterial. Otro cambio agudo consiste en el aumento de la frecuencia y la amplitud en la respiración”.
“Cuando la exposición a este ambiente se perpetúa, el organismo tiene algunos cambios más fuertes y duraderos, como, por ejemplo, el aumento de la síntesis de la eritropoyetina, hormona responsable de la generación de nuevos glóbulos rojos, aumentando así los transportadores de oxígeno que contrarresten la hipoxia. Este es uno de los efectos fisiológicos más perseguidos por los atletas, porque significa una ventaja disponer de una cantidad elevada de oxígeno durante las competencias para la obtención de una mayor cantidad de energía durante el movimiento”.
¿Qué beneficios tiene el entrenamiento al nivel del mar?
“Consisten en mejorar la distribución efectiva del flujo sanguíneo, logrando mantener los niveles de la presión arterial más estables durante el ejercicio de largo aliento. Otro beneficio del entrenamiento en bajas alturas es la disminución del umbral del sudor, lo cual se puede entender como un inicio más temprano de la sudoración, controlando de una manera más efectiva el calor al que se expone un atleta a nivel del mar. Una tercera adaptación que se logra al entrenar al nivel del mar consiste en que el organismo concentra menos sales en el sudor permitiéndole conservarlas dentro del organismo para ser más eficiente durante las pruebas físicas, ya que esta condición puede representar un aumento del volumen plasmático hasta el 12 %”, analizó.
Hay muchos mitos sobre la altura, pero a la hora de competir, ¿qué es mejor? ¿Llegar directo a competir a la altura o llevar a cabo una preparación de algunos días antes?
“En este caso estamos enfocados en el deporte, por lo tanto el beneficio de llegar en el momento mismo de la competencia o con algunos días de antelación dependerá del tipo de disciplina que se practica”.
“Los deportes aeróbicos, es decir, aquellos que se realizan durante tiempos de ejecución prolongada y donde la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria están elevadas durante un tiempo sostenido, suelen beneficiarse de un aumento en la cantidad del transportador de oxígeno, es decir de los glóbulos rojos. Pero para que este efecto se dé con ventaja en el organismo, requerimos de una exposición mínima de ocho días a la hipoxia que acompaña a la altura, ya que la generación de nuevas células rojas iniciara tan pronto el oxígeno este escaso, pero tarda cinco días en que los primeros hematíes generados por esta condición salgan a circular”.
“Como es de esperar, este proceso será fisiológicamente importante si se mantiene por lo menos durante 96 horas más, para que sea significativo el incremento de estas células, otorgando una ventaja en el momento de competir”, manifestó.
No obstante, “el problema de esta estrategia radical en el aumento de la densidad de la sangre, al aumentar su celularidad, con la consecuente disminución de su fluidez en los vasos sanguíneos y esto explica por qué algunos autores prefieren la llegada a la altura en el momento mismo en que está programada la justa deportiva”.
*En colaboración con SmartFit
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